¡Hola, terremotos de huesos! Sigo respirando. En realidad, creo que es lo más adecuado que puedo decir. ¿Qué puedo contar? He estado en bosques flamencos y bosques alemanes. En Bruselas y en Amsterdam. Un poco más arriba, un poco más abajo (incluso un poco más a la derecha en el mapa). Ahora el tiempo me persigue para darme caza.
(No lo permitiré.)
Uhm... He vuelto a hacer mi cabeza funcionar. A un ritmo muy despacio y le está costando mucho ponerse al día, pero al menos sé que sigue viva. (Sigue respirando, como yo, jaj). Y yo no llamaría a esto Proyecto, ni siquiera To a secas. Pero bien, aquí está. Con ganas de desgarrarme viva.
Los monstruos que llevamos dentro.
Estoy muy enamorada del 50 mm. (Alabo el día en el que se lo pedí a mi padre por mi cumpleaños.) Esta... Cosa, aparecerá en mi sección de proyectos. Con otras fotografías inéditas, pero todas de la misma temática. (Además de algunas ya vistas). ¿Y qué más? Os dejo con otra de una tema muy divertido. El bite the bullet de Bala.
Como veis, la chica es odiosamente fotogénica. Y ya, ya sé, Gine, puta, ¿dónde están los dibujos? Yo pensaba que venía aquí a ver que hacías algo útil con tu vida. Sí, ya lo sé, pero yo tampoco sé donde están. Trabajo en el artbook a trancas y barrancas (y aunque me gustaría mucho enseñar mi progreso y decir: sí, joder, estoy dibujando y estoy trabajando en ello; no puedo. Me quedaría sin nada para el montaje final, jaj.) Creo que Desireé lo anunciará en las redes, pero antes que ella lo digo yo por aquí: la fecha se retrasa. No tengo mucho que justificar, necesito tiempo para mi vida personal ahora mismo. Mucho tiempo y mucha paciencia. Necesito también no tener tanta ansiedad y tomarme las cosas con calma, y no lo estoy haciendo. Además de las comisiones que debo, que no, no me he olvidado de ellas. Dos de las tres comisiones están ya pensadas y bocetadas. Pero me sigue faltando tiempo. ¡Me falta tiempo hasta para vivir y es una maldita sensación odiosa!
(Consideramos que entre unas cosas y otras, el artbook estará listo para Octubre/Noviembre. Siempre cruzando los dedos para que Ginebra no sea una idiota y se entretenga en la caída de las hojas.)
Os dejo, también, con un Proyecto Colosal (ya no grande, ni muy grande. Colosal), de la pequeña Bullet. (La que no es supernova, porque es el estallido que la detona). Llamado 600 clases de sonrisas.(Y me ha dejado poner un pedacito de mí.)
Podéis encontrar más en su DeviantArt. (Justabullet).
Me comprometo seriamente a actualizar con las fotos del viaje. (Me comprometo seriamente a comprometerme a algo.)
¡Hola, terremotos de huesos! Sigo respirando. En realidad, creo que es lo más adecuado que puedo decir. ¿Qué puedo contar? He estado en bosques flamencos y bosques alemanes. En Bruselas y en Amsterdam. Un poco más arriba, un poco más abajo (incluso un poco más a la derecha en el mapa). Ahora el tiempo me persigue para darme caza.
(No lo permitiré.)
Uhm... He vuelto a hacer mi cabeza funcionar. A un ritmo muy despacio y le está costando mucho ponerse al día, pero al menos sé que sigue viva. (Sigue respirando, como yo, jaj). Y yo no llamaría a esto Proyecto, ni siquiera To a secas. Pero bien, aquí está. Con ganas de desgarrarme viva.
Los monstruos que llevamos dentro.
Estoy muy enamorada del 50 mm. (Alabo el día en el que se lo pedí a mi padre por mi cumpleaños.) Esta... Cosa, aparecerá en mi sección de proyectos. Con otras fotografías inéditas, pero todas de la misma temática. (Además de algunas ya vistas). ¿Y qué más? Os dejo con otra de una tema muy divertido. El bite the bullet de Bala.
Como veis, la chica es odiosamente fotogénica. Y ya, ya sé, Gine, puta, ¿dónde están los dibujos? Yo pensaba que venía aquí a ver que hacías algo útil con tu vida. Sí, ya lo sé, pero yo tampoco sé donde están. Trabajo en el artbook a trancas y barrancas (y aunque me gustaría mucho enseñar mi progreso y decir: sí, joder, estoy dibujando y estoy trabajando en ello; no puedo. Me quedaría sin nada para el montaje final, jaj.) Creo que Desireé lo anunciará en las redes, pero antes que ella lo digo yo por aquí: la fecha se retrasa. No tengo mucho que justificar, necesito tiempo para mi vida personal ahora mismo. Mucho tiempo y mucha paciencia. Necesito también no tener tanta ansiedad y tomarme las cosas con calma, y no lo estoy haciendo. Además de las comisiones que debo, que no, no me he olvidado de ellas. Dos de las tres comisiones están ya pensadas y bocetadas. Pero me sigue faltando tiempo. ¡Me falta tiempo hasta para vivir y es una maldita sensación odiosa!
(Consideramos que entre unas cosas y otras, el artbook estará listo para Octubre/Noviembre. Siempre cruzando los dedos para que Ginebra no sea una idiota y se entretenga en la caída de las hojas.)
Os dejo, también, con un Proyecto Colosal (ya no grande, ni muy grande. Colosal), de la pequeña Bullet. (La que no es supernova, porque es el estallido que la detona). Llamado 600 clases de sonrisas.(Y me ha dejado poner un pedacito de mí.)
Podéis encontrar más en su DeviantArt. (Justabullet).
Me comprometo seriamente a actualizar con las fotos del viaje. (Me comprometo seriamente a comprometerme a algo.)
La vida tiene muchos caminos. Se expande, se contrae, se retuerce, se ríe, hace de ti un monstruo, hace de ti un muro. Estalla en señales de fuego encerradas en las luces de una ciudad de madrugada, en Berlín. Revoluciones, inviernos, barro.
Tengo las intenciones colgadas de la boca. Aspirante a ilustradora, a escritora, a persona, a conquistadora, a ciudadana de la historia.
Sobrevivir. Es el verdadero reto. Ilustrar o escribir, como la vida misma, es una batalla. Hectáreas de metralla, de aullidos, de heridas, de fríos inviernos y de barro helado. De piel que apenas aguanta tersa sobre los huesos, de sangre que te colorea el cuerpo, de días que no acaban y de noches en vela. No hablamos de guerras, las guerras se ganan o se pierden. Las batallas se mantienen. Entre minas y balas resistes. En pie, de rodillas. Es cierto que encontrarás trincheras tras las que esconderte y pelear. Encontrarás compañeros que te pasen un cigarro, te presten sus botas o incluso el fusil. Habrá también personas al otro lado del campo que pretendan herirte, y que consigan hacerlo. Una y otra vez, hasta entender que en una batalla no hay enemigos. Que ellos también tratan de sobrevivir, aunque sea acertándote con sus balas perdidas.
Pero, al fin y al cabo, duele. Duele levantarse todos los días con el pecho hecho polvo y enfrentarse a las bombas del mundo. Pero duele más no hacerlo. Haber tantas voces y demasiado silencio.
En ese momento donde asumes que la vida será siempre tu batalla con más o menos soldados, entiendes también que entre hombres serás siempre un extraño. Que el campo se quedará corto, que se puede romper el cielo. Que en realidad, todo se centra en sobrevivirte y no sobrevivir a los demás. En ser monstruo y muro y vivir con ello.
En resistir a las batallas de fuera y a las que llevamos dentro.
«Así que pensemos en tu bandera de Oro y Plata, para que nadie se olvide que eres un valor refugio y un arma blanca; en tus muros de Berilio y Berlín, porque no sólo separas una ciudad como quien separa dos mundos, si no que eres capaz de moderar una reacción nuclear cuando tú eres radiactiva y núcleo.»
CARLA CALVO. Eres.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra.
Soy eco, olvido, nada.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
SITES
«La palabra es tan libre que da pánico.
Puede salir de casa en silencio
y regresar con el moral vacío.
Y ya que la palabra besa y muerde
mejor la devolvemos al futuro.»