¡Hola, hola, pequeños terremotos de huesos! Este va a ser un post algo larrrgo, ¡pero tengo tantas cosas que contaros! Lo primero y antes que nada, este es mi último post en este blog y en todos sitios hasta el 14 de Junio, que es cuando ya he pasado la selectividad. ¡Vendré cargada de bombas y guerras con las que atravesaros!
Estas últimas semanas han sido un ajetreo impresionante. Casi no he puesto el culo en la silla frente al ordenador. Así que como sé que en muchos aspectos he descuidado de algunos de mis deberes, tengo la intención de compensarlo un poquito con lo que os vaya poniendo por aquí :3.
¡Pues le di guerra a mi clase para la graduación! Miradlos, MIRADLOS. QUÉ GUAPOS TODOS:
He de confesar que a muchos de ellos voy a echarlos mucho de menos. ¡Pero dentro de nada universidad! ¡En un sitio nuevo! Ante la tempestad, buena cara. ¿Y qué más contaros? Pues mi madre ha estado haciendo este pasado mes un taller literario con la escritora Carolina Iñesta. Lo cierto es que la experiencia ha sido sorprendente, ¡y muy divertida! Fui invitada una de las veces, y lamenté mucho que se terminara. Pero aquí os dejo una foto del momento. (Perdón por la calidad. Lo cierto es que todavía no he pasado las fotos de la Canon al ordenador).
¡Pero no se ha acabado todo aquí! De este pequeño encuentro literario ha nacido un proyecto dirigido por las escritoras Arlette Geneve y Carolina Iñesta en el que participaremos los presentes en la fotografía. Me pidieron que diseñara la portada, así que tengo que confesar que me hace una tremenda ilusión poder ser un pedacito de esa magia. ¡Y espero que en el siguiente taller asista más gente!
También, asimismo, traigo aquí dos pequeñas cosas, insignificantes, minúsculas, pero que en su día prometí que haría. Me encantó dibujarlas en las dos ocasiones en las que he tenido el placer, así que espero que a sus dueñas también les gusten. Os agradezco muchísimo, a las dos, el apoyo que me habéis prestado en cuanto a comisiones. De veras. Y también a Tai, pero la asquerosa tiene ya tantas cosas mías y me ha comprometido tantas veces en su cama que yo creo que cuando habla ya le sale antes mi voz que la suya. Muchísimas gracias a las tres, pequeñas.
¡Por supuesto! Huelga decir que hay muchas otras personas a las que también estoy agradecida y que, espero que en cuanto tenga un hueco libre, pueda demostrárselo debidamente. ¡Y tampoco me he olvidado de cumpleaños! Nuestra Pisa se mantiene en pie, así que, nos toca seguir su ejemplo.
Por otra parte, he abandonado todos mis proyectos. Espero retomarlos algún día, aunque ese día no está cerca. No solamente por la selectividad y los exámenes finales de segundo, sino por otros muchos motivos. Realmente necesito centrarme en mejorar y en abrirme paso en este mundo aunque sea a patadas, porque en cuatro o cinco meses voy a estar estudiando bellas artes. He llegado hasta aquí, y ahora sólo me queda continuar hacia delante. Dando codazos, pisotones, ¡o mordiscos! Allá voy. Aunque estas semanas realmente están siendo muy duras y terribles. Y todavía me queda el apocalipsis, BWAHAHAHAHAHAHAH. Pero sobreviviremos. El infierno se queda tan corto.
(Y por eso será que me he planeado el mes siguiente al dedillo. Para que no se me olvide nada. ¡Ah! ¡Y ayer fue el cumpleaños de mi hermano! Es el mejor día que me ha pasado en mucho tiempo. Y me hizo darme cuenta de que necesitaba reestructurar la filosofía con la que a veces dirijo mi vida.)
¿Habéis visto que radiante está mi Sun hoy? Me abrazo a ella. Para que se me pegue un poco de su brillo. ¡Pero no sirve de nada!
¡Bien! ¡Sabía que se me olvidaba algo! ¡Mirad lo que rescaté hace tres días del ordenador!
Es de esta última vez. Lamentablemente, no tengo ninguna con Dray. Pero el año que viene no pasará. La acosaré hasta que acceda a hacerse una foto conmigo. ¡Aquí están Jara y Alba! También echamos muchísimo de menos a Lorena, que la pobre está sepultada bajo un mar de trabajos y de interpretaciones. Esa chica es una máquina de no-parar. He de bucear en mi ordenador, porque creo que mi padre tuvo la ocurrencia de hacernos una foto junto a Jordi, aunque no había una buena luz para ello. ¡Pero la buscaré!
¡Y como tercera edición de esta entrada, la encontré! Dado que no volveré a aparecer en algún tiempo, sólo he tenido que atravesar un foso de lava ardiente y sortear a un dragón rojo para hallarla. Mala calidad y mala iluminación, PERO AQUÍ ESTÁ. Mirad qué portento de mujeres me he ligado, mihihi.
Ese mismo día, aunque fue un fin de semana muy extraño donde no sé hacia dónde se inclinó la balanza, tuve el placer de estar con Rain. Fue una noche larga, ¡y al mismo tiempo tan corta! Pero ella se llevó al día siguiente su increíble y gigantesca cámara, ¡y me llevó al Starbucks! Y todo ello a pesar de que el Starbucks no es un sitio muy apreciado por Desi y su acompañante. ¡Pero allí estábamos!
¿Por qué fue un fin de semana extraño? Bueno. Tuvimos que madrugar para salir de Elche temprano, y aún con todo, llegamos allí a las seis y media. A pesar de que a en la invitación ponía a las 7:30 (que soy un genio y no me fijé en que dada la asistencia de la familia real había que ir media hora antes) nos encaminamos a Sol sin ninguna prisa, yo pensando que tendría tiempo de estar media hora con todos los chicos de LGG que siempre me quedo con ganas de ver. Pues no. No encontré a Desireé en un primer momento, no me dio tiempo a saludar a los chicos, y el evento de SM duró incluso menos que nunca. Tuve que irme corriendo a las diez. Y luego otra vez con Desireé fue desenfreno. Corriendo por Madrid de un lado a otro, y al día siguiente, a levantarnos a las siete para volver a la ciudad y acto seguido, a las diez, coger el coche para volver a Elche.
Y mientras iba en el vehículo, tomé la decisión de no volver a Madrid así. Madrid tiene una magia increíble. Tiene la capacidad de absorberte y perderte. Y les hice prometer a los chicos que me llevarían de tapas y ahí me visteis, sin tiempo para respirar. Y este año no hay feria.
Aún con todo y sintiéndome afortunada, me quejo. No quiero ir con tantas prisas. Había tanto que hacer, tanta gente a la que visitar, tantos cafés que tomar.
¡Pero eh! ¡El año que viene me volveréis a tener en vuestras puertas, pegando chillidos y dando tiros al aire!
Por cierto que Supernova también está bien. Anda entre sus cables y códigos binarios. ¡Y está estudiando alemán! ¡ALEMÁN! Farfulla cosas como: mierda de declinaciones y pffffffff, pero ciertamente es un tonto. ¡Me ha prometido que este verano me enseñará alemán! Si casi me subo por las paredes. Además, también me ha prestado una de sus bicis. Vivo con miedo a estrellársela contra una palmera, pero mientras tanto, seré feliz. VOY POR LA CIUDAD EN BICI. Me siento protagonista de Verano azul. ¡Y qué más! Este verano nos toca trabajar en heladerías y tostarnos en la playa. ¡Vaya que sí! A mí de hacer la vaga no me sacan estas vacaciones.
¡Nos vemos pronto, terremotos de huesos! ¡No destrocéis el mundo sin mí!
Fotografías y dibujos son propiedad de Arlet Hinojosa Martínez.
¡Hola, hola, pequeños terremotos de huesos! Este va a ser un post algo larrrgo, ¡pero tengo tantas cosas que contaros! Lo primero y antes que nada, este es mi último post en este blog y en todos sitios hasta el 14 de Junio, que es cuando ya he pasado la selectividad. ¡Vendré cargada de bombas y guerras con las que atravesaros!
Estas últimas semanas han sido un ajetreo impresionante. Casi no he puesto el culo en la silla frente al ordenador. Así que como sé que en muchos aspectos he descuidado de algunos de mis deberes, tengo la intención de compensarlo un poquito con lo que os vaya poniendo por aquí :3.
¡Pues le di guerra a mi clase para la graduación! Miradlos, MIRADLOS. QUÉ GUAPOS TODOS:
He de confesar que a muchos de ellos voy a echarlos mucho de menos. ¡Pero dentro de nada universidad! ¡En un sitio nuevo! Ante la tempestad, buena cara. ¿Y qué más contaros? Pues mi madre ha estado haciendo este pasado mes un taller literario con la escritora Carolina Iñesta. Lo cierto es que la experiencia ha sido sorprendente, ¡y muy divertida! Fui invitada una de las veces, y lamenté mucho que se terminara. Pero aquí os dejo una foto del momento. (Perdón por la calidad. Lo cierto es que todavía no he pasado las fotos de la Canon al ordenador).
¡Pero no se ha acabado todo aquí! De este pequeño encuentro literario ha nacido un proyecto dirigido por las escritoras Arlette Geneve y Carolina Iñesta en el que participaremos los presentes en la fotografía. Me pidieron que diseñara la portada, así que tengo que confesar que me hace una tremenda ilusión poder ser un pedacito de esa magia. ¡Y espero que en el siguiente taller asista más gente!
También, asimismo, traigo aquí dos pequeñas cosas, insignificantes, minúsculas, pero que en su día prometí que haría. Me encantó dibujarlas en las dos ocasiones en las que he tenido el placer, así que espero que a sus dueñas también les gusten. Os agradezco muchísimo, a las dos, el apoyo que me habéis prestado en cuanto a comisiones. De veras. Y también a Tai, pero la asquerosa tiene ya tantas cosas mías y me ha comprometido tantas veces en su cama que yo creo que cuando habla ya le sale antes mi voz que la suya. Muchísimas gracias a las tres, pequeñas.
¡Por supuesto! Huelga decir que hay muchas otras personas a las que también estoy agradecida y que, espero que en cuanto tenga un hueco libre, pueda demostrárselo debidamente. ¡Y tampoco me he olvidado de cumpleaños! Nuestra Pisa se mantiene en pie, así que, nos toca seguir su ejemplo.
Por otra parte, he abandonado todos mis proyectos. Espero retomarlos algún día, aunque ese día no está cerca. No solamente por la selectividad y los exámenes finales de segundo, sino por otros muchos motivos. Realmente necesito centrarme en mejorar y en abrirme paso en este mundo aunque sea a patadas, porque en cuatro o cinco meses voy a estar estudiando bellas artes. He llegado hasta aquí, y ahora sólo me queda continuar hacia delante. Dando codazos, pisotones, ¡o mordiscos! Allá voy. Aunque estas semanas realmente están siendo muy duras y terribles. Y todavía me queda el apocalipsis, BWAHAHAHAHAHAHAH. Pero sobreviviremos. El infierno se queda tan corto.
(Y por eso será que me he planeado el mes siguiente al dedillo. Para que no se me olvide nada. ¡Ah! ¡Y ayer fue el cumpleaños de mi hermano! Es el mejor día que me ha pasado en mucho tiempo. Y me hizo darme cuenta de que necesitaba reestructurar la filosofía con la que a veces dirijo mi vida.)
¿Habéis visto que radiante está mi Sun hoy? Me abrazo a ella. Para que se me pegue un poco de su brillo. ¡Pero no sirve de nada!
¡Bien! ¡Sabía que se me olvidaba algo! ¡Mirad lo que rescaté hace tres días del ordenador!
Es de esta última vez. Lamentablemente, no tengo ninguna con Dray. Pero el año que viene no pasará. La acosaré hasta que acceda a hacerse una foto conmigo. ¡Aquí están Jara y Alba! También echamos muchísimo de menos a Lorena, que la pobre está sepultada bajo un mar de trabajos y de interpretaciones. Esa chica es una máquina de no-parar. He de bucear en mi ordenador, porque creo que mi padre tuvo la ocurrencia de hacernos una foto junto a Jordi, aunque no había una buena luz para ello. ¡Pero la buscaré!
¡Y como tercera edición de esta entrada, la encontré! Dado que no volveré a aparecer en algún tiempo, sólo he tenido que atravesar un foso de lava ardiente y sortear a un dragón rojo para hallarla. Mala calidad y mala iluminación, PERO AQUÍ ESTÁ. Mirad qué portento de mujeres me he ligado, mihihi.
Ese mismo día, aunque fue un fin de semana muy extraño donde no sé hacia dónde se inclinó la balanza, tuve el placer de estar con Rain. Fue una noche larga, ¡y al mismo tiempo tan corta! Pero ella se llevó al día siguiente su increíble y gigantesca cámara, ¡y me llevó al Starbucks! Y todo ello a pesar de que el Starbucks no es un sitio muy apreciado por Desi y su acompañante. ¡Pero allí estábamos!
¿Por qué fue un fin de semana extraño? Bueno. Tuvimos que madrugar para salir de Elche temprano, y aún con todo, llegamos allí a las seis y media. A pesar de que a en la invitación ponía a las 7:30 (que soy un genio y no me fijé en que dada la asistencia de la familia real había que ir media hora antes) nos encaminamos a Sol sin ninguna prisa, yo pensando que tendría tiempo de estar media hora con todos los chicos de LGG que siempre me quedo con ganas de ver. Pues no. No encontré a Desireé en un primer momento, no me dio tiempo a saludar a los chicos, y el evento de SM duró incluso menos que nunca. Tuve que irme corriendo a las diez. Y luego otra vez con Desireé fue desenfreno. Corriendo por Madrid de un lado a otro, y al día siguiente, a levantarnos a las siete para volver a la ciudad y acto seguido, a las diez, coger el coche para volver a Elche.
Y mientras iba en el vehículo, tomé la decisión de no volver a Madrid así. Madrid tiene una magia increíble. Tiene la capacidad de absorberte y perderte. Y les hice prometer a los chicos que me llevarían de tapas y ahí me visteis, sin tiempo para respirar. Y este año no hay feria.
Aún con todo y sintiéndome afortunada, me quejo. No quiero ir con tantas prisas. Había tanto que hacer, tanta gente a la que visitar, tantos cafés que tomar.
¡Pero eh! ¡El año que viene me volveréis a tener en vuestras puertas, pegando chillidos y dando tiros al aire!
Por cierto que Supernova también está bien. Anda entre sus cables y códigos binarios. ¡Y está estudiando alemán! ¡ALEMÁN! Farfulla cosas como: mierda de declinaciones y pffffffff, pero ciertamente es un tonto. ¡Me ha prometido que este verano me enseñará alemán! Si casi me subo por las paredes. Además, también me ha prestado una de sus bicis. Vivo con miedo a estrellársela contra una palmera, pero mientras tanto, seré feliz. VOY POR LA CIUDAD EN BICI. Me siento protagonista de Verano azul. ¡Y qué más! Este verano nos toca trabajar en heladerías y tostarnos en la playa. ¡Vaya que sí! A mí de hacer la vaga no me sacan estas vacaciones.
¡Nos vemos pronto, terremotos de huesos! ¡No destrocéis el mundo sin mí!
Fotografías y dibujos son propiedad de Arlet Hinojosa Martínez.
La vida tiene muchos caminos. Se expande, se contrae, se retuerce, se ríe, hace de ti un monstruo, hace de ti un muro. Estalla en señales de fuego encerradas en las luces de una ciudad de madrugada, en Berlín. Revoluciones, inviernos, barro.
Tengo las intenciones colgadas de la boca. Aspirante a ilustradora, a escritora, a persona, a conquistadora, a ciudadana de la historia.
Sobrevivir. Es el verdadero reto. Ilustrar o escribir, como la vida misma, es una batalla. Hectáreas de metralla, de aullidos, de heridas, de fríos inviernos y de barro helado. De piel que apenas aguanta tersa sobre los huesos, de sangre que te colorea el cuerpo, de días que no acaban y de noches en vela. No hablamos de guerras, las guerras se ganan o se pierden. Las batallas se mantienen. Entre minas y balas resistes. En pie, de rodillas. Es cierto que encontrarás trincheras tras las que esconderte y pelear. Encontrarás compañeros que te pasen un cigarro, te presten sus botas o incluso el fusil. Habrá también personas al otro lado del campo que pretendan herirte, y que consigan hacerlo. Una y otra vez, hasta entender que en una batalla no hay enemigos. Que ellos también tratan de sobrevivir, aunque sea acertándote con sus balas perdidas.
Pero, al fin y al cabo, duele. Duele levantarse todos los días con el pecho hecho polvo y enfrentarse a las bombas del mundo. Pero duele más no hacerlo. Haber tantas voces y demasiado silencio.
En ese momento donde asumes que la vida será siempre tu batalla con más o menos soldados, entiendes también que entre hombres serás siempre un extraño. Que el campo se quedará corto, que se puede romper el cielo. Que en realidad, todo se centra en sobrevivirte y no sobrevivir a los demás. En ser monstruo y muro y vivir con ello.
En resistir a las batallas de fuera y a las que llevamos dentro.
«Así que pensemos en tu bandera de Oro y Plata, para que nadie se olvide que eres un valor refugio y un arma blanca; en tus muros de Berilio y Berlín, porque no sólo separas una ciudad como quien separa dos mundos, si no que eres capaz de moderar una reacción nuclear cuando tú eres radiactiva y núcleo.»
CARLA CALVO. Eres.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra.
Soy eco, olvido, nada.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
SITES
«La palabra es tan libre que da pánico.
Puede salir de casa en silencio
y regresar con el moral vacío.
Y ya que la palabra besa y muerde
mejor la devolvemos al futuro.»